Los pisos laminados son tan acogedores como los de madera natural, pero con la ventaja de que son más económicos.
Instalación rápida y sencilla con sistema click en el ensamble, fáciles de limpiar y no requieren de mantenimiento alguno.
La durabilidad de un piso laminado va en función al nivel de resistencia al desgaste y al impacto que se le dará al piso.
Existen pisos fabricados clase 31 AC3 que deben ser utilizados para tráfico residencial, los hay también clase 32 AC4 que son para tráfico comercial, por ejemplo una zapatería o una oficina.
Su instalación es flotada sobre un bajopiso, el terminado del firme sobre el cual se instalará el piso tiene que estar nivelado, pero tiene la ventaja que no requiere algún terminado especial pulido.
Los pisos laminados ofrecen un gran abanico de posibilidades a la hora de decorar nuestra vivienda, oficina o estancia.